Las Extensiones Vargr
Las Extensiones Vargr no forman un estado, ni una federación, ni siquiera un bloque con fronteras reconocidas. Son un (dis)continuo dinámico de clanes, dominios, grupos nómadas, naciones estelares y redes de influencia gobernadas por la especie vargr.
En el corazón de su civilización no hay leyes, sino carisma: una fuerza de autoridad personal que combina prestigio, astucia, victoria, presencia y reconocimiento.
Cada comunidad vargr se organiza en torno a quienes irradian ese carisma —y se desorganiza cuando lo pierden. Esto hace de las Extensiones un espacio fluido, impredecible, caótico y al mismo tiempo profundamente vivo.
No hay una unica voz, ni una sola bandera. Hay tendencias, rumores, clanes flotantes, redes comerciales clandestinas y hegemonías efímeras.
Algunas regiones mantienen relaciones estables con el Imperio y el Consulado —o una estable hostilidad con los Dos Mil Mundos—; otras cambian de lealtades cada ciclo.
La diplomacia vargr no se basa en tratados duraderos, sino en la fuerza del momento y el prestigio del líder.
En 1201, muchas zonas de las Extensiones muestran una profesionalización creciente: corporaciones móviles, protocolos de seguridad, representaciones exteriores.
Pero incluso estas estructuras están supeditadas al flujo del carisma y la aceptación colectiva. Nada es permanente. Todo está en juego.
Las Extensiones Vargr en el Juego
En The Corporate Wars, las Extensiones representan una forma de poder descentralizado y móvil, ideal para jugadores que buscan libertad, adaptabilidad y dominio personal.
Las Políticas vargr pueden ser clanes nómadas, flotas corsarias, empresas familiares, redes de contrabando, micronaciones orbitales o alianzas circunstanciales.
Su poder depende de la reputación de sus líderes, su capacidad de negociación y su habilidad para adaptarse a un entorno inestable.
Jugar bajo esta Lealtad permite acceder a rutas ilegales, oportunidades únicas y alianzas tácticas de alto riesgo. Pero también implica estar siempre al borde del colapso o la traición. Lo que hoy es un aliado puede mañana desafiarte por liderazgo, influencia o botín.
No hay instituciones que te respalden, solo tu carisma. No hay estructura que te proteja, solo tu habilidad. No hay historia que te justifique, solo tu presente.
Ser vargr no es tener un linaje: es ganárselo cada día.
Última actualización
