En The Corporate Wars, los jugadores se sumergen en el universo del año 1201 del Tercer Imperio, encarnando a corporaciones interestelares que compiten por el control económico, político y tecnológico en una galaxia madura y altamente desarrollada.
Esta ambientación prolonga la Edad de Oro del universo Traveller™, respetando sus leyes físicas, estructuras sociales y tecnologías fundamentales, pero proyectándolas 80 años hacia el futuro.
Las decisiones de los jugadores se ven limitadas por los principios del universo Traveller™: sin comunicación instantánea, con rutas de salto impredecibles, fronteras políticas fragmentadas y una galaxia llena de descubrimiento, aventura y peligro.
En este entorno, cada corporación debe construir, producir, comerciar e investigar; mantener infraestructuras, mover bienes y personas entre mundos, e invertir en redes de información, influencia y espionaje.
El juego entrelaza simulación económica, estrategia territorial y narrativa emergente, donde la diplomacia, la propaganda, las operaciones encubiertas y los conflictos armados se mezclan con los negocios.
Resumen del Juego
Una partida de The Corporate Wars es una experiencia de juego en tiempo real que se desarrolla en un universo compartido y persistente, en el que el tiempo transcurre aunque los jugadores no estén conectados y los eventos se dan independientemente del estado de la sesión.
Los jugadores registran una Política corporativa afiliada a una de las Lealtades —grandes potencias, alianzas y demás facciones— del Espacio Cartografiado.
Autorizada con una licencia operativa —o más— a establecerse en las instalaciones desde las que realizará dicha operación, la Política deberá gestionarlas de forma eficiente: el jugador equilibrará costes e ingresos, enfrentará riesgos, recogerá beneficios y asumirá pérdidas.
Para ello, el jugador dispone de una interfaz de control desde la que puede ejecutar operaciones, responder a eventos, consultar información y tomar decisiones estratégicas.
Sin embargo, toda acción debe realizarse con información parcial, sujeta a retrasos, errores y manipulaciones propias de un universo donde la comunicación interestelar es limitada y la información desfasada.
The Corporate Wars no es solo un juego de estrategia masiva, sino una simulación político-económica con capas de profundidad únicas.
Cada una de estas mecánicas influye en cómo el jugador percibe el universo, toma decisiones y se posiciona frente al entorno dinámico, a otros jugadores y a las instituciones del sistema.
🛰️ Latencia Operativa Real
Las órdenes y actualizaciones no son instantáneas: la distancia, el tráfico y el contexto determinan el tiempo que tarda en llegar la información o una instrucción a su destino.
“Ordenas un ataque hoy, pero llega al sistema objetivo dentro de tres días de juego. Mientras tanto, el enemigo pudo haber cambiado de posición.”
🧾 Contratos Vinculantes y Reputación
Las operaciones se articulan mediante contratos con condiciones legales y consecuencias narrativas: fallar en un suministro o retrasarse afecta la reputación y puede acarrear sanciones, auditorías o intervención.
“Aceptas un contrato de transporte con el IISS. Si no lo cumples, tu reputación se resiente y no podrás operar con libertad en puertos imperiales durante un tiempo.”
🧠 Entorno Reactivo
El universo responde de forma orgánica al éxito de los jugadores: si una corporación domina un sector, las Lealtades o potencias pueden imponer trabas, fiscalización o contrapesos estratégicos.
“Tu subsisdiaria farmacéutica monopoliza cinco mundos importantes: la AAP triplica los aranceles y una alianza rival financia insurgencia local.”
🧩 Diseño Corporativo Modular
Las corporaciones no son entes genéricos: cada jugador debe definir su estructura funcional —comercial, logística, encubierta, científica... No se puede hacer todo, ni en todas partes, ni al mismo tiempo ni bajo las mismas condiciones.
“Tu corporación tiene licencia logística y acceso comercial en la región, pero carece de autorización industrial: puedes subcontratar la producción, adquirir módulos en mercado, o invertir en las licencias necesarias para expandirte.”
🛂 Restricciones Institucionales Reales
Operar en ciertos mundos requiere licencias, autorizaciones o influencia política. No todos los sectores están abiertos, y la autoridad puede vetar o revocar permisos.
“Para abrir una oficina en un mundo capital necesitas aprobación del Ministerio Imperial. Puedes comprarla, o infiltrar a alguien.”
🌐 Influencia a Distancia
No necesitas presencia física constante para alterar el universo. Las decisiones a través de terceros, inversiones o cadenas logísticas remotas tienen efectos significativos.
“Financias una expedición minera en un mundo periférico: el descubrimiento eleva el valor de mercado de tus acciones.”
👤 Personajes como Activos Estratégicos
Los personajes no son avatares, sino agentes especializados que aportan capacidades únicas cuando se les asigna. Su gestión cambia los resultados.
“Envías a tu analista político a una negociación: reduce en un 50% las sanciones previstas.”
🕵️ Niebla de Información Narrativa
La información se actualiza por rutas logísticas: lo que sabes depende de lo que ves, y lo que ves depende de a quién tengas presente o dónde. Engañar, falsificar o interpretar datos es parte del juego.
“Una instalación rival parece inactiva. Pero puede ser un desfase. ¿La atacas? ¿Espías? ¿Esperas otra actualización?”
🧬 Simulación Multiescala Relevante
Las áreas no supervisadas no se congelan. Siguen evolucionando bajo modelos agregados que afectan la economía, la ecología o la política general.
“Un mundo agrícola en segundo plano sufre una plaga. La caída de exportaciones afecta los precios de alimentos en todo el subsector.”
El universo de juego no gira en torno al jugador, ni espera a que actúe: evoluciona de forma independiente, con sus propios ritmos y conflictos.
En este ecosistema activo y persistente, cada jugador es una pieza en un entramado mayor, donde la estrategia, la anticipación y la capacidad de reacción definen el éxito a largo plazo.
Tampoco se trata de una historia prefijada ni de un mundo construido alrededor de personajes.
El universo es autónomo y evoluciona según sus propias dinámicas, sobre una base temporal constante, representada por ciclos de simulación que estructuran cada escenario como si fuera una partida de tablero en evolución continua.
Este enfoque permite una jugabilidad flexible y realista, basada en un diseño desacoplado: sobrio, modular y con dominios funcionales claramente definidos.
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