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En su capa estratégica, The Corporate Wars se presenta como un juego multijugador en tiempo real donde cada corporación compite, colabora o colisiona con otras en un universo vivo.
Las decisiones no son simples maniobras individuales: alteran rutas comerciales, transforman zonas neutrales en campos de disputa y pueden desencadenar eventos de escala galáctica.
Este entorno compartido obliga a pensar no solo en términos de crecimiento económico, sino también en la forma en que ese crecimiento afecta al equilibrio general del sector.
Cada corporación actúa mediante una red de instalaciones, agentes y contratos, gestionada a través de una interfaz estratégica desde la que el jugador toma decisiones, ejecuta operaciones y supervisa su expansión.
La capacidad de actuar no es universal ni constante: depende de la presencia efectiva, del tipo de licencias obtenidas, y del acceso a canales de comunicación funcionales.
Cada acción debe ejecutarse dentro de las condiciones que impone el universo simulado: acceso limitado, información parcial y resolución asincrónica.
El Turno Simulado
Aunque The Corporate Wars se desarrolla en tiempo real, el sistema emplea una estructura interna de turnos para organizar los procesos del universo simulado y asegurar su coherencia.
La escala base es el llamado turno estratégico, que equivale a una semana —unas 168 horas— de tiempo simulado.
Este ritmo marca el avance general del universo y es el que determina, entre otras cosas, el progreso económico, los cambios políticos y los efectos acumulativos sobre el escenario general.
Dentro de cada turno estratégico se despliegan múltiples turnos tácticos, según el nivel de actividad y de observación de cada zona o situación.
En áreas donde existe interacción directa del jugador, actividad reciente o vigilancia intensiva, la simulación se detalla hasta alcanzar ciclos más cortos y precisos: producción, rotación laboral, construcción, clima, dinámicas ecológicas o incluso combate se representan mediante procesos temporales finos, ejecutados en tiempo real.
En cambio, regiones de escasa supervisión se procesan mediante turnos internos más amplios, con menor resolución temporal, aplicando modelos de síntesis y comportamiento general.
Así, el mundo persiste y avanza de forma continua, pero su grado de detalle se adapta a la atención que recibe, al contexto narrativo y a la relevancia estratégica de cada zona.
Las corporaciones se adaptan o desaparecen, los precios cambian, los equilibrios políticos se alteran, y nuevos desafíos emergen incluso en ausencia de intervención directa.
Niebla Informativa —Infog of War
En The Corporate Wars, los jugadores tienen una vista parcial y desfasada del juego: solo las instalaciones operativas licenciadas, o aquellas con personajes asignados adecuados, disponen tanto de la información disponible localmente, en tiempo real, como de la capacidad para emitir órdenes.
El resto de instalaciones —propias o ajenas— se perciben desfasadas debido a la latencia en las comunicaciones, estando disponible la "versión" correspondiente a la última actualización informativa.
La frecuencia de estas actualizaciones depende del tráfico de las rutas interestelares entre el mundo del observador y el mundo observado.
Mundos cercanos con escaso tráfico entre sí dependen de rutas indirectas, transitadas con mayor frecuencia, para las actualizaciones informativas, optimizando las latencias pero incrementando el desfase.
Del mismo modo, las órdenes viajan en sentido opuesto: instalaciones licenciadas o personajes asignados pueden dar órdenes localmente en tiempo real; de otro modo, cualquier instrucción debe generarse localmente y ser enviada por la misma red logística, con el mismo desfase resultante.
Operaciones y Misiones
Más allá de la gestión de infraestructuras, el jugador puede desplegar agentes especializados para realizar operaciones puntuales: sabotajes, infiltraciones, negociaciones, escoltas, reconocimientos, manipulación informativa o recuperación de activos.
Estas misiones se integran en tiempo real dentro del mapa estratégico, afectando directamente el curso de eventos.
Las operaciones no son aleatorias: cada una responde a un contexto específico, a una necesidad o a una oportunidad.
La diferencia entre una corporación que sobrevive y una que lidera puede estar en una decisión táctica bien ejecutada en el momento exacto.
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