Otros Sofontes

Cada mundo que se mantiene habitable el tiempo suficiente tiene cierta posibilidad de evolucionar vida inteligente, capaz de organizarse en sociedades complejas.

La evolución biológica de los sofontes desarrolla culturas y tecnologías propias, características de su entorno.

Muchos sofontes comparten bioquímica con Humaniti: respiran una mezcla de aire similar, son bilateralmente simétricos, y las enfermedades y tóxicos que les afectan son de espectros similares.

Otros son completamente alienígenas, con biologías tan extrañas como su aspecto físico, adaptado a sus mundos de origen, a menudo inhóspitos para otros Sofontes.

Algunos apenas alcanzan niveles preindustriales, otros logran avances notables en ámbitos concretos; unas pocas son especies ancestrales, tan antiguas como la vida en la galaxia.

En muchos casos, permanecen ignorados o explotados por civilizaciones más avanzadas, o directamente absorbidos por corporaciones o potencias imperialistas.

En ciertos rincones de la galaxia, solo quedan ruinas: testigos mudos de especies sofontes extintas, cuyos orígenes se entrelazan con los mitos sobre los Precursores.

La diversidad de los sofontes es uno de los grandes motores ocultos de la historia galáctica, aunque para muchos solo sean nombres en un informe, o mercancía en un contrato.