Administración Eficiente
La administración eficiente implica mantener un equilibrio dinámico entre producción, logística, personal y entorno regulatorio.
Una corporación se define por la gestión de sus activos.
Optimizar recursos significa reducir costes, anticiparse a las necesidades operativas y adaptarse a las variaciones del mercado o de las políticas locales.
Errores en el mantenimiento de una estación, la asignación de personal o el pago de licencias pueden generar cuellos de botella difíciles de corregir.
Las condiciones de cada mundo —desde sus impuestos hasta su infraestructura de soporte— afectan directamente a la eficiencia.
Un buen administrador debe leer esos factores y ajustar su modelo operativo constantemente.
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